Ubicado en pleno centro porteño, este histórico restaurante es uno de los más aclamados entre locales y turistas.
Si hay algo por lo que destaca Argentina es por su gastronomía. En ese sentido, existen miles de propuestas en la Ciudad de Buenos Aires, aunque ninguna se le acerca a los bodegones, sitios por excelencia para degustar los platos más típicos de nuestro país y disfrutar de un ambiente cálido y gentil.
Fundado en 1950, el bodegón Pepito es uno de los más antiguos de la Ciudad, pero mantiene la calidad de siempre. Su fundador, Don Manuel Cardín, bautizó a este lugar por un común apodo fraternal que se daba entre los paisanos asturianos, y entre «Pepín» y «Pepito» optó por la segunda opción.
Desde su nacimiento hasta hoy, su gran labor gastronómica fue reconocida principalmente por los artistas, que solían frecuentar el local. Manolo Galván, Leonardo Favio, Alfredo Alcón, Julio Chávez, Carmen Barbieri, Osvaldo Laport, Soledad Silveyra y Luis Brandoni son algunos de los nombres que disfrutaron de la comida de Pepito.
El bodegón Pepito queda en la calle Montevideo 383, a pocos metros de la Avenida Corrientes y a solo cinco cuadras del Obelisco. Abre de lunes a domingo en horario corrido, desde las 12 del mediodía hasta la 1 de la madrugada.
La mesa de Pepito Bodegón, entre familia y amigos.
La cocina de Pepito está a cargo del chef Daniel Coceres desde 1998, quien provee a los clientes con platos deliciosos. En ese sentido, el matambrito al verdeo con papas noisette es la gran estrella del menú, aunque también hay otras comidas que se piden mucho, como el bife de chorizo «Malevo», un corte de 600 gramos que se sirve con morrones y cebollas asadas, una mini provoleta, arroz y papas fritas a caballo.
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